Y es que la adversidad se contraresta con felicidad...
Un atleta con una hija discapacitada descubre que llevándosela a correr con él empujando su carrito, la chica se sentía mucho mejor. Incluso han corrido juntos varios maratones. Esto es un verdadero ejemplo para todos nosotros/as, digno de la mayor de las alabanzas.
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Saludos cordiales.
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